24 de enero de 2008

18 de enero de 2008

Teatro Cinema Fan (Amamos el teatro poético).


Han pasado dos días, y aún estoy en shock después de ver Sin Sangre, de la compañía Teatro Cinema.
Hoy vi una entrevista a Juan Carlos Zagall en el Canal 13 cable, y me maravilló más aún el rollo de este grupo. Es impresionante el nivel de depuración del lenguaje que han alcanzado. Zagall anuncia una trilogía de exploración de esta manera-a-la-artesano-fino de contar historias, que mete en una juguera montaje cinematográfico, comic y proezas de performance actoral. Impresionante.
Y el mérito de esta obra no llega solamente a lo de forma teatral, que es simplemente impecable. Lo más valioso de esta adaptación de la novela de Baricco es la exploración del tema de la resiliencia, de las culpas, de lo oculto, del pasado no asumido, de la venganza.
Este es teatro poético del bueno. No recuerdo haber estado en un espectáculo tan envolvente desde La Fura Dels Baus en la Estación Mapocho.

17 de enero de 2008

5 INSTRUMENTOS VERY CUATICOS.

didgeridoo1.jpg1. Didgeridoo

Invented by: Its origins are with the aboriginal people of Northern Australia, though the Didgeridoo, sometimes called a didge, is so old, no one knows exactly who invented it. Many musicologists say it’s the oldest aerophone (or wind instrument) in the world, dating back some 40,000 years.

How you play it: By blowing into the hollowed-out eucalyptus branch with loose lips (like giving someone a raspberry!) the didge player creates a vibration that echoes and produces a drone.
Cool didge factoid: A recent study put out by the British Medical Journal said that playing the didgeridoo helps reduce snoring and sleep apnea, because it helps strengthen muscles in the upper airway.

What it sounds like:

benfranklin.JPG2. Glass Armonica

Invented by: In 1761, smack-dab between the lightning rod and bifocals, Benjamin Franklin invented the Glass Armonica (armonia in Italian is harmony). He was once quoted as saying: “Of all my inventions, the glass armonica has given me the greatest personal satisfaction.”

How you play it: Anyone who’s ever rubbed a finger around the mouth of a glass of water knows the wonderful muted sound it produces–the pitch dependant on the amount of water in the glass. Franklin took this idea a step further by inventing a foot-pumped device that puts water-less bottles in motion so all one need do is touch the mouth with a wet finger. Here, the pitch is dependant on the size/shape/amount of glass in the bottle.

Cool Glass Armonica factoid: Mozart loved the instrument so much, he wrote two compositions for it. You can hear an excerpt from one (the Adagio and Rondo for glass armonica, flute, oboe, viola and cello), below.

What it sounds like :

bonang.jpg3. Bonang

Invented by: Javanese Gamelan musicians. In Javanese mythology, the gamelan (means “to strike with a hammer”) was created by Sang Hyang Guru in Saka era 167 (ca. 230 AD).

How you play it: Two padded beaters, called tabuh, are used to strike the double-row of horizontally mounted gongs, each tuned to a different pitch.

Cool Bonang factoid: Across the way in Bali, the Bonang has a cousin called the reong, which is almost identical.

What it sounds like:

tsabouna.jpg4. Tsabouna

Invented by: Greek shepherds some 2000 years ago.

How you play it: The Tsabouna is made of goatskin, which is inflated by blowing into the mouthpiece. On the other side of the instrument is a flute-like pipe which is played with the fingers, creating 6 different notes (the amount of wholes in the pipe and notes produced vary from island to island).

Cool Tsabouna factoid: Although it looks similar to bagpipes, the tsabouna lacks that extra pipe that creates the characteristic “Scottish drone.”

What it sounds like:

hang1.jpg5. Hang

Invented by: The hang was invented eight years ago in Bern, Switzerland, by Felix Rohner and Sabina Schärer OF THE PANArt Company.

How you play it: Like a cross between a steel drum and a gamelan instrument, the hang is made from steel but played with the fingertips, thumbs, and the heel of the palm, rather than sticks. Pitches are both fixed and alterable with hand pressure, like a talking drum.

Cool Hang factoid: In Bernese German, Hang refers to the human hand, as in hand-drum, and is pronounced hung or hong.
What it sounds like:



Aquí el post original

16 de enero de 2008

Arqueología Prisionera (Pt.1)

Este año se cumplen 20 años desde la grabación de "We are Southamerican Rockers". Si destaco el hecho es porque esta es una de las canciones esenciales de la carrera de Los Prisioneros.
Con la gira de promoción del álbum "La Cultura de La Basura" absolutamente saboteada por los milicos (*), el grupo decidió utilizar su excesivo tiempo libre en seguir creando. De ésta época, data el mejor registro que se tiene de Gus-Gusano, el notable combo de punk-a-billy, que probablemente sirvió de caldo de cultivo a "Southamerican Rockers". Esta canción inspirada (como tantos otros hits Prisioneros) en un pedestre Top Ten gringo (en este caso el beat de "Hey Mickey", de Toni Basil) finalmente fue incluida como single en la versión internacional de "La Cultura de la Basura" y en los compilados promocionales que sintetizaban tdos los discos del grupo, dedicados a penetrar nuevos mercados (México, principalmente). De allí la puntillosa dedicación de Cristián Galaz en el video clip de la canción, que como single serviría de punta de lanza del abortado despegue de Los Prisioneros en grandes mercados.
Sin embargo, "Southamerican Rockers" (que circuló subterráneamente en esa época en Chile a través de la disqueria fusión, como un single en vinilo, pero solo fue editada oficialmente varios años más tarde en el compilado Grandes Exitos) no fue la única canción del trío que se convirtió en éxito exclusivamente fuera de Chile.
Dos años antes (1986), Perú y Ecuador terminaron por rendirse ante el álbum Pateando Piedras con ésta canción, que encontré en una versión histórica del concierto de presentacion de ese álbum en Santiago (Estadio Chile, 1 de noviembre de 1986).
Con ustedes el primer momento de incomprensión de Los Prisioneros para los chilenos: "Por favor"



(*): En plena dictadura militar, todos los gimnasios regionales del país, la única plaza realmente capaz de contener la arrasadora convocatoria de Los Prisioneros en pleno boom del mito, eran administrados por la DIGEDER. Y obviamente cada zona y departamento de la Digeder era dirigida por un brigadier, un coronel o cualquier colaborador del régimen. ¿Conclusión?, cero posibilidades de congeniar con un grupo que pretendía hacer una serie de actos masivos, pocos días después de declararse abiertamente partidarios del No en el plebiscito del '88.

15 de enero de 2008

Suda el jamón.

Nike, simplemente genial.

10 de enero de 2008

Oblique Strategies: Saliendo del bloqueo creativo.


Para aquellos que tenemos la loca sensación de que la música, más que un arte, es una muleta metafísica, un credo, un sol que alumbra donde las religiones no llegan, Brian Eno es, más que un músico, un gurú, un santón. En definitiva, un enlightened.

No voy a resumir la carrera de Eno aquí, pero sugiero remitirse al origen de la música ambient y a la historia de U2 para mayor background.
A vuelo raso y muy, muy ramplonamente, Oblique Strategies podría definirse como el tarot del proceso creativo. Con la diferencia de que este mazo de cartas personalizables no actúa como predictor del futuro, sino más bien como un oráculo.
Todo tuvo origen en el momento en que Eno y el pintor Peter Schmidt, descubrieron la tendencia de ambos a conservar ciertas premisas o principios básicos, usados para desprenderse en momentos de crisis o bloqueo creativo, ya sea trabajando en una larga sesión frente al lienzo sin terminar, o viendo las agujas del reloj correr sin perdón en un estudio de grabación. El mazo original de Strategies vino a ser entonces una especie de recordatorio de esos etéreos lineamientos tácitos que ayudaban a descongestionar la presión. Eno y Schmidt buscaban una sistematización de esa oxigenación mental (y probabemente espiritual) que producían inconscientemente al relajar la tension del ambiente.

"La caja original, que publicamos en 1975, contenía 113 cartas, pero desde entonces se han omitido algunas y otras nuevas han sido agregadas" contaba Eno hace algunos años. "Peter Schmidt murió a principios de los años 80, y desde entonces yo he sido el curador de las Oblique Strategies. Han sido publicadas tres veces en inglés, y también en francés y japonés. También han sido producidas en floppy disc, y no hay dos ediciones idénticas: las cartas vienen y van".

pinchando acá hay una versión on line

Tómenlo como un juego, o más en serio, si quieren. Hagan las suyas. Resulta. Conozco historias de cómo los directores de la Nuvelle Vague experimentaron con este sistema de las cartas para hacer guiones. Curiosamente, influenciados por el sistema cut-up. de los beatniks. Cobain escribía así. En cut-up. Recortando algo aquí, para que sea de acá y sacándolo de contexto le das un nuevo sentido.
(¿Personal Haiku?).
Bueno. Si hablar es gratis.
Escribir también.

8 de enero de 2008

La nueva de Matías Bize.

Hace algunos años, en esos vericuetos misteriosos de la vida laboral, conseguí un puesto presentando peliculas en un programa para UCV Televisión producido por el Instituto Arcos. Se llamaba "Historias cortas". El sueldo no era una maravilla (por cierto), pero se completaba muy bien con la posibilidad de elegir yo mismo lo que ibamos a programar. Vi mucho cine en formato de corto y mediometraje, de todas partes del mundo. Lamentablemente, lo que llegaba de Chile no estaba en muy buen pie. Abundaban las propuestas "artizzticas" sin pies ni cabeza. Pero hubo un par de películas (no recuerdo la cantidad), que siempre llamaban mi atención de inmediato. Definitivamente no por la calidad del formato (muy austero, sin duda), si no porque poseían esa cualidad que siempre me ha fascinado de una buena canción, un buen texto y, por supuesto, una historia bien contada: Alma.
El incipiente cineasta se llamaba Matías Bize.
Hoy, Bize acumula casi medio centenar de premios en festivales de todo el mundo, y aún producido hoy en las grandes ligas, parece seguir filmando (¿grabando?¿buscando?) su obsesión original: el aire enrarecido que queda entre los silencios de un diálogo.
Bize hace básicamente arqueología emocional.
Eso queda claro en "Sábado", "En la cama" y esos primitivos cortos hechos en Hi 8 (o algo peor).

Ya se estrenó en Valdivia, el festival de Las Condes y el fin de semana lo hará en el de Cine Digital de Viña. Y acá está el trailer oficial de "Lo bueno de llorar", la nueva peli de mi cineasta chileno favorito, el tipo que es a la cámara lo que Manuel García y Los Bunkers son a las guitarras.

7 de enero de 2008

Hablar es gratis (2da parte): Redescubriendo a Héctor Soto.

Estoy obsesionado con el tema Héctor Soto.

Buceando en la virtualidad me encuentro este atinadísimo extracto que el periodista/cinéfilo/potencialmente-cineasta Gonzalo Maza exprimió en su interesante blog de películas, en el que rescata el balance cinematográfico 2005 de Soto.
A diferencia de Maza, yo si me he encontrado muchas veces comulgando con las apreciaciones de Soto. Por otra parte, en sintonía con Gonzalo, su prosa me parece impecable, inspirada. El tipo es un iluminado de la crónica sobre séptimo arte.
Ahora: Lo que me llama poderosamente la atención, es que tomando en cuenta mi pataleo chauvinista del post anterior...¡lo que menos tienen sus impresiones sobre el cine chileno de ese período es tufillo a frigidez!.
Eres un diablillo, maestro Soto. Todo un diablillo.

A continuación, perpetro la soberana patudez de piratear con mucho cariño a Maza.
Entérense por ustedes mismos:


Un fabuloso vuelo de Scorsese

“El aviador”, el mejor estreno del año, pasó un tanto inadvertido entre los portazos que le dio la crítica local y los desaires que antes le propinó Hollywood.

Héctor Soto

Sólo un cineasta con la pulsión emocional de Martin Scorsese podía reivindicar para la pantalla a un personaje tan obsesivo y tan fracturado como Howard Hughes. El resultado es enloquecedor y muestra a un protagonista que, habiéndose sobregirado en todos los planos de la vida, sólo vino a desplomarse cuando su espíritu de aventura lo llevó más allá de lo que le permitía su autonomía de vuelo cerebral. Trabajando dentro de los códigos de la superproducción biográfica tradicional, Scorsese también estira la cuerda hasta los límites de la disociación expresiva y reconoce en su personaje a un compañero de ruta en materia de compulsiones y excesos.

Cineasta inspirado y dueño de una filmografía perturbadora y descomunal, a lo mejor con El aviador Scorsese no extiende ni un solo metro más las fronteras de su cine. Pero demuestra que él también puede manejarse dentro del género y la convención. Y lo que es más importante, que puede hacerlo mejor que cualquier otro cineasta vivo.

Para recordar, revisar y no perderse

El regreso. El padre enseña, el padre castiga, el padre entrega un modelo de virilidad. El problema es que el de esta película también abandonó a sus hijos durante muchos años y en esta deserción está la clave de la tragedia en que culminará el paseo que él realiza junto a sus dos hijos. Puede ser una de las películas más duras, despojadas y emotivas del año.

Entre copas. Centrada en la experiencia del viaje por las viñas del valle de San Fernando que emprenden dos perdedores natos en vísperas del matrimonio de uno de ellos, posiblemente esta película sea uno de los títulos más originales de esta temporada. Mientras uno de los protagonistas es un actor en decadencia que todavía vive a cuenta de viejos comerciales que hizo para la TV en el pasado, el otro tiene aspiraciones de escritor. Saludable reivindicación de dos losers en medio de tanto exitismo.

Contra la pared. Dos inmigrantes turcos en Alemania. Mientras él recorre el camino que va desde la disociación nihilista hasta el amor, ella -una chica con fracturas esquizofrénicas que contrae matrimonio sólo para zafarse de su familia- emprende el viaje a la disolución. El problema es que cuando la pareja vuelve a encontrarse para descubrir sus afinidades ya es demasiado tarde y la cinta se transforma en una gran historia de amor que no fue.

Whisky. Un pequeño filme uruguayo y, también, una gran película intimista. Los directores Pablo Stoll y Juan Pablo Rebella crean una atmósfera donde la decadencia, el anacronismo y la represión emocional se cortan con cuchillo. Tres personajes heridos a los cuales el mundo de los sentimientos concede una última oportunidad.

A todo o nada. En una de sus mejores películas, Mike Leigh vuelve al mundo de la pobreza y la marginalidad: gente un poco gorda, fea y esclavizada por la pura sobrevivencia hasta que un accidente les recuerda que no pueden seguir viviendo disociados de sus sentimientos.

Saraband. Bergman en un prólogo, diez capítulos y un epílogo que sintetizan algunos de los mejores momentos de toda su obra.

El abrazo partido. En una decadente galería comercial del Barrio del Once, un joven desorientado se reencuentra con su padre ausente. Dirigida por Daniel Burman, podría ser una de las mejores películas argentinas de los últimos años.

2046. Wong Karwai trabaja como nadie la estilización en ese borde incierto que va desde el peso de la memoria a la fugacidad del instante y a la imposibilidad del futuro. Esta cinta, que creó al mismo tiempo de Con ánimo de amar, es la historia de un periodista disipado que escribe novelas de anticipación e intenta recuperar un amor frustrado en tres mujeres distintas -una prostituta, la hija del dueño de la pensión donde se aloja y una estafadora profesional- en relaciones que por una parte lo devuelven al amor de su vida y, por la otra, vuelven a expulsarlo al fracaso y la soledad. Siendo una película de gran complejidad narrativa en términos de temporalidad, es también una cinta de rara fascinación.

Adulterio.
En una época que ha hecho del intercambio de parejas un juego más simplista que perverso, las relaciones de infidelidad que establece esta cinta entre dos matrimonios hablan no sólo del desgaste de la vida conyugal sino también del espeso trasfondo de rencores, venganzas y crueldades autodestructivas asociadas a la convivencia. Estupendas actuaciones de Laura Dern, Mark Rufallo, Naomi Watts y Peter Krause.

Clean. A lo mejor esta cinta de Olivier Assayas no es más que un melodrama contextualizado en los escenarios de la modernidad (música rock, adicción a las drogas, desintegración familiar…). Pero -momentito- si alguien pensó que el viejo canon narrativo ya estaba agotado, debería ver estas imágenes desgarradas y potentes para salir de su error. Notable actuación de Maggie Cheung, mejor actriz en Cannes del año pasado.

Guerra de los mundos. Posiblemente la mejor película de Spielberg desde Encuentros cercanos del tercer tipo. Spielberg se agranda en la estética y en la moral de los suburbios de la clase media baja norteamericana.

Actriz del año: Maggie Cheung

Camaleónica como pocas y con 20 años de carrera cinematográfica, hace rato que esta actriz hongkonesa cuenta con un ejército de seguidores entre los fanáticos del cine asiático, pero no fue hasta la maravillosa Con ánimo de amar que su nombre no se hizo más masivo, como quedó demostrado en su elección como una de las estrellas orientales convocadas en la taquillera Héroe. Pero la belleza de su rostro y su capacidad para pasar por distintos estados de ánimo frente a la pantalla tenían mucho más que ofrecer: en términos de emoción, de entereza y tenacidad, su gran personaje en Clean, por el que el año pasado fue elegida mejor actriz en el festival de Cannes, fue uno de los retratos más creíbles y conmovedores que el cine reciente nos ha ofrecido de una mujer intentando sobrevivir y obtener una segunda oportunidad en la vida.

• La vimos en Tiempo de volver y La venganza de los sith, pero fue con su trabajo en Closer que Natalie Portman se convirtió en icono imprescindible del cine del 2005. Se habló bastante de la sensualidad y madurez que la ex niña prodigio de El perfecto asesino exhibió, en su primer rol realmente adulto, pero curiosamente lo que a la larga cautiva es precisamente la inocencia y vulnerabilidad que mostró en Closer.

• Cada vez vemos menos en cine a la recordada actriz de Terciopelo azul, Corazón salvaje y Jurassic Park, pero cuando Laura Dern reaparece nunca pasa desapercibida. Este año, su personaje de esposa insatisfecha y al borde de la histeria en Adulterio fue una nueva demostración de su talento y fuerza interpretativa.

• Es la menos conocida del grupo, pero eso no es obstáculo para mencionar a Sibel Kekilli, la protagonista femenina de Contra la pared, como una de las grandes intérpretes del 2005. Su autodestructivo e impetuoso personaje fue un verdadero tour de force, como para tener en cuenta a esta joven actriz.

Actor del año: Paul Giamatti

Este actor estadounidense de rostro inconfundible tiene claro que lo suyo nunca será interpretar al héroe o el galán de turno. Paul Giamatti es el clásico secundario sólido y eficiente, aunque prácticamente anónimo, porque el público sabe que lo ha visto en muchos filmes interpretando al mejor amigo del protagonista, pero nunca recuerda su nombre. Desde su debut en 1992 lo hemos visto en cintas como Partes privadas, El show de Truman, El mundo de Andy o incluso como un oportunista mono en El planeta de los simios, pero sin duda es con sus roles de loser en títulos como Storytelling y Esplendor americano que ha terminado de instalarse en la retina del público, preparándose para su personaje más emotivo y real, el escritor frustrado y experto en vinos de la estupenda Entre copas. Son imborrables la conmovedora dignidad con que supo dotarlo incluso en sus momentos más patéticos, así como la mirada melancólica y resignada que acompañaba su negativismo. Si a este elogiado rol le sumamos su acertada labor en El luchador, sin dudas este ha sido el año de Giamatti.

• No faltaron los que dijeron que la actuación de Morgan Freeman en Million dollar baby era más de lo mismo: otro personaje entrañable, tremendamente humano y lleno de la sabiduría que dan los años, como ya hay unos cuantos en su carrera. A lo mejor es verdad, ¡pero qué bien lo hace!

• Aunque lo hemos visto de lo más cómodo en superproducciones de Hollywood como El último samurai o la saga de Harry Potter, es en el cine de Mike Leigh donde el británico Timothy Spall ha encontrado algunos de sus mejores roles: antes fueron La vida es formidable, Secretos y mentiras y Topsy-Turvy, pero este año en A todo o nada estuvo simplemente notable. Su taxista pusilánime y silencioso, que acumula sobre sus espaldas todas las miserias y tristezas de su familia, es uno de los grandes personajes fílmicos del año.

• Si es por roles intensos, en sus más de tres décadas de trayectoria en la pantalla Nick Nolte ha tenido unos cuantos: en Historias de Nueva York, El príncipe de las mareas, Días de furia, La delgada línea roja… Por eso, no debería sorprender el enorme nivel de dolor y tristeza, de conciencia ante lo irreversible que arrastra el compasivo abuelo que Nolte encarnó en Clean.

Vacunazos del año

Alexander. Es un secreto a voces: Oliver Stone no tiene vuelta. Si lo que quería era una reflexión sobre el vértigo de la conquista y la insaciabilidad del poder, lo que obtuvo se parece mucho a una fiesta de disfraces con una dirección de arte muy parecida a los viejos musicales de Rafaella Carrá.

Tim Burton. El autor de Ed Wood ha tenido una década terrible. Con la excepción de El gran pez, ninguna de sus películas califica. Y con sus dos estrenos de este año, El cadáver de la novia y Charlie y la fábrica de chocolate, demostró simplemente que está babeando un poco.

Sin City. Si fuera por look y por proezas tecnológicas, esta película de Robert Rodríguez valdría oro. Si fuera por emoción, no se deje engañar, porque químicamente es pura lata.

Sobrevaloradas

Días de campo. Ruiz todavía es capaz de rescatar algunos códigos notables del habla chilena, pero eso no significa que cualquiera pueda aguantar el mortal aburrimiento de este relato que hace convivir a los vivos con los muertos en el campo chileno. Cine de sarcófagos y extinguido antes de nacer.

Los coristas. Esta película francesa, que generó muchos lagrimones en su momento y que divide el mundo entre buenos y malos, es un canto ligeramente bobo a la pedagogía y un modelo ligeramente pedófilo de cine edificante. Apestó por todos lados.

Cine chileno: Las cuentas del 2005

La temporada dejó tres películas chilenas que califican con gran dignidad en los dominios de la expresión. Y dejó otra cosa muy importante: diversidad.Este año vieron la luz 15 largometrajes nacionales y si bien ninguno quebró las marcas de recaudación registradas en el pasado, el saldo sólo puede ser subestimado desde la perspectiva de un contador. Es cierto: muchas películas fueron a pérdida y difícilmente lograrán recuperar el capital invertido, lo cual de cara a la viabilidad de la industria cinematográfica nacional es complicado. Pero las películas no se pueden juzgar sólo por su borderó. Si así fuera, el cine más reciente de Gus Van Sant o el que ha hecho siempre Wong Karwai no valdrían ni un comino. Y -ojo- que valen. Valen en festivales. Valen en circuitos alternativos. Valen para las grandes minorías.

El 2005 fue desde ya una revelación en el caso de tres nuevos directores. Alex Bowen, después de un debut lamentable con Campo minado, estrenó Mi mejor enemigo, una cinta modesta y de apuntes finísimos. Aparte de cumplir la proeza de sostenerse en las tensiones de una guerra que no fue, se dio el lujo de articular, a partir de distintas privaciones (pocos personajes, puros hombres, un paisaje monótono e intercambiable), un relato que se sigue con interés y se procesa con no poca emoción. Película honrosa como la que más, sin duda que fue un aporte respetable al desarrollo del cine local.

El año pasado debutó también Alberto Fuguet con Se arrienda, que está lejos de ser un paso en falso. Por el contrario, es una película donde por primera vez el cine chileno interrelaciona caracteres con personajes, diálogos con dilemas vitales, utopías generacionales con fracasos individuales, ideales con oportunismos, dentro de la experiencia vital de un protagonista que aprende a mirar la vida desde el prisma de las oportunidades que tiene y no desde las que perdió. Fue una muy buena contribución.

El otro debut prometedor del año es el de Matías Bize con su película En la cama. Prometedor porque su autor tiene apenas 26 años y prometedor porque hizo una película que asume riesgos, que se sostiene con casi nada (una sola habitación, dos actores) y lleva al cine chileno a un paraje, la esfera de la intimidad, donde en rigor jamás los cineastas nacionales habían estado. Que tampoco sea una película perfecta no desmerece en absoluto ni su originalidad ni su audacia como proyecto fílmico.

En estas tres películas hay probablemente mas verdades personales y una creatividad más desafiante que en todos los taquillazos del cine chileno del pasado.

Si a las anteriores realizaciones se agregan títulos como Play, de Alicia Scherson, o Paréntesis, de Francisca Schweitzer y Pablo Solís, el panorama quizás no mejora sustancialmente, pero sí son obras que introducen al cine chileno una diversidad de temas, de sensibilidades, de atmósferas, que antes no tenía.

No sólo de entradas vive el cine. Lo importante no es que las cuentas del cine chileno estén en rojo. Lo importante es que están cada vez más abiertas. (HS)

Escenas del año

Inolvidable. La tía cantando a voz en cuello -y con la dignidad de un himno- The times a lady, de Lionel Ritchie, en el funeral de la madre, en Tiempo de volver.

Cruda. La ancianita aparentemente inofensiva pero deslenguada que descalifica a la gran Eleanor Roosevelt como una tortillera incorregible, en Los rompe bodas.

Erótica. El beso de Jude Law a Julia Roberts en Closer. El único momento de alguna intensidad erótica en esta película donde el sexo es sólo instrumento de dominio y sumisión.

Emotiva. El Padre Nuestro de los soldados chilenos en los momentos en que la guerra con Argentina estaba por estallar, en Mi mejor enemigo.

Patriótica.
La referencia de Will Ferrell al róbalo chileno, que termina quemándose dentro del horno, en la fracasada cena en la que irrumpe una Melinda destruida y descompuesta, en Melinda y Melinda.

Terrible. El momento en que Luciano Cruz-Coke, fracasado y perdido, niega su aporte a Fundación Las Rosas al pagar en la farmacia y justo se reencuentra al exitoso Felipe Braun, en Se arrienda.

Gloriosa. Las lágrimas de la camella cuando acoge a su cría en La historia del camello que llora.

Genial. La mirada de Scorsese sobre el Hollywood de los años 40, en el momento en que el protagonista de El aviador entra al Coconuts Club, conversa, se aleja, se distrae, se pierde y se va, en un largo plano secuencial que termina en la cara de un cantante supuestamente divertido, esforzadamente animoso y frontalmente siniestro.¡Qué maestría!

Desgarradora. El largo monólogo de Liv Ullman sobre Dios al visitar la capilla, en Saraband. Formidable testimonio de la vigencia del octogenario Ingmar Bergman.

Grandiosa.
La escena en que Clint Eastwood regresa de noche al hospital para desconectar a su discípula inerte después de haber dejado la vida en el ring, en Million dollar baby.

6 de enero de 2008

Hablar es gratis: Deconstruyendo a Héctor Soto.

¿Pueden un par de declaraciones desafortunadas destruir cuatro décadas de credibilidad?. Difícil. Si fuera por eso, aquellos que pensamos después de hablar con el credo, la guata y el alma en ristre, deberíamos acudir al recurso Cobain rápidamente.
Pero de que duele, duele.
Pienso en esto al leer la entrevista aparecida hoy en Artes y Letras, que Ernesto Ayala (el-mejor-escritor-chileno-no-explotado-por-la-elite-literaturosauria) le realizó al crítico de cine Héctor Soto, a partir de la próxima edición del libro "Una vida crítica". En éste, el cineasta/escritor Alberto Fuguet y el crítico Christian Ramírez compilan una selección con las crónicas de Soto, desde 1967 a la fecha.

Cito :

-¿Cómo es su relación con el cine chileno?

"Para qué voy a mentir. Creo que nunca he considerado el cine chileno como parte del cine. Como para mí el cine es gozo, es sensualidad, es erótica, con el cine chileno tengo una relación traumática, de coito interruptus, de malas posiciones."

Pienso: ¿Puede en algún sentido estar Soto en lo correcto?. El crítico de arte y el arte no son separables. Soto no escribe sus columnas desde un limbo supraterrenal. No escribe desde Nueva York, ni París. Soto está en Chile. En esencia, el cine chileno que el mira y critica es parte del panorama. Si no lo goza, es porque se siente inhabilitado para hablar de ello. Ante todo, un crítico SIEMPRE debe escribir con al menos uno de los pies en la tierra. El analista NO DEBE, NO PUEDE exponerse ante la obra pretendiendo constituirse el mismo en el canon. Es decir, puede hacerse, pero al cortar todo vínculo con el objeto observado, rompe toda conexión también con el lector. En este caso, lo único que habría que recomendar a Soto es una rápida vuelta a la escuela (si alguna vez pasó por ella), o al menos a los libros teóricos. O que se consiga rápidamente una buena barra de chocolate. O que suprima el Prozac de inmediato.

Cito otra vez:

-¿Y qué le parece Raúl Ruiz?

"Los críticos chilenos están convencidos de que es nuestro Roberto Matta del cine. Pero a mí La recta provincia me pareció, más que una tomadura de pelo con sus guiños al teatro del absurdo de los 50, una lata y una infamia".

Uf. Acá nos hundimos. Partiendo de esa afirmación ¿No es considerable acaso todo el corpus de Ruiz una tomadura de pelo con guiños al teatro del absurdo, una lata y una infamia?. Mister Soto: Sepa usted que aunque no le parezca, Ruiz EFECTIVAMENTE es nuestro Matta del cine, nuestro Neruda de la imagen en movimiento si quiere. Ruiz debe ser analizado en contexto. Criticar con esos argumentos una de sus obras es pensar que los cuadros de Pollock son desordenados, o que Lennon grita mucho cuando canta. Y en esto alego porque Soto es un cronista que no recomienda películas, sino que las analiza a posteriori. Entonces si no es capaz de seguir soportando el torcido sentido del chiste que tiene nuestro cineasta más importante...¿No sería mejor abstenerse?. ¿No?.

A ver. Explico que yo a Héctor Soto lo leo desde mis años de Comunicación Audiovisual. Sus textos son profundos, jugados, y en consecuencia con ese respeto antiguo por su body of work creo que es su ego el que está jugando aquí una mala pasada. También siento que hay algo de sesgo político hacia la derecha en su dardo. Cosa que no sería mala, pero si definitivamente muy triste.

No es mi norte censurar las opiniones de Soto. El tipo puede decir y escribir lo que quiera. Pero siento que arribando a cierto nivel, el líder de opinión debe enfrentar su responsabilidad, debe aceptar que ya no es cosa de andar de iconoclasta por la vida así como asi. Eso está bien para opinólogos pokemones. Pero no para un señor hecho y derecho.

¿Se entiende?.

En el blog de cine de Fuguet está la transcripción completa de la entrevista. Y si pinchan en la foto, por algunos días estará disponible el link al sitio de EMOL con la versión digital del texto.


3 de enero de 2008

La única forma de enfrentar Enero.: Santiago a Mil.



Hoy estuve en el Cine Arte Alameda, donde se lanzó la nueva temporada del ciclo Santiago a Mil.
Yo me saco el sombrero ante el equipo conducido por Carmen Romero y Evelyn Campbell: si producir eventos musicales en el país de la inopia cultural es de locos, me imagino que llevar tantos años produciendo un paquidermo teatral de esta envergadura es para tirarse por el balcón.
Pero de esta gente loca está hecho el mundo del arte. Gracias a Dios.
A ver si ahora puedo ver al fin Sin Sangre, que me han dicho es un espectáculo visual en otra. También me gustaría ponerme al día con Fin de Eclipse, de Griffero, y Pelo Negro, Boca Arriba. Esta última es de Rodrigo Basáez, un diseñador teatral con ribetes de genialidad, a quién le he seguido de reojo la carrera hace mucho tiempo, y que ahora se lanzó con todo a escribir y dirigir.
De lo extranjero, siempre he optado por irme de cabeza a las versiones de Shakespeare ( el Lennon de la dramaturgia), y este año toca un montaje muy trendy de "Noche de Reyes", dirigido por el even-trendier Declan Donellan.
Para los megalómanos, se anticipa que los megamontajes callejeros "Arka" y "Jugadores de luces" vienen con todas las ganas de imprimirse en el inconciente colectivo santiaguino, aunque La Pequeña Gigante les lleva ... mucha distancia... ejem, literalmente.

Para mayores detalles, aquí está la programación del ciclo.

2 de enero de 2008

El gato volador.