La línea se hace difusa.
Supongo que escribir es algo que se hace letra a letra. Que los escritores no existen más que cuando teclean letra a letra lo que quieren decir y cómo escogen decirlo. Pero escribir no es gimnasia de dedos.
CRONICA, RELATO & BLOGGING; CRÍTICA ARTERA, EPIFANÍAS POCAS PARA SERVIR Y LLEVARSE, VINILOS DE 180 GRAMOS, ORGULLOS Y PASIONES (MUSIC MAKIN', LOVE MAKIN', WRITINGS, HACER PELIS Y LITROS DE SORBETE LETELIER CON MALICIA).
Supongo que escribir es algo que se hace letra a letra. Que los escritores no existen más que cuando teclean letra a letra lo que quieren decir y cómo escogen decirlo. Pero escribir no es gimnasia de dedos.
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Bué. No me ha salido mi lista de "lo mejor de la década".
No podría decir si es por falta de ego para decidir "lo mejor", o es porque lo que escucho es un picoteo surreal de distintas épocas.
Trataré de aproximar a una tendencia sonora más o menos clara de referentes frescos, pero no garantizo.
Aqui va mi lista.
THE POSTAL SERVICE - Give Up: Si no escuchó aún a Tamborello & Gibbard, corra por él. Electro pop alternativo con fuerte vocación por la melodía dulce, las texturas vintage y las canciones altamente adhesivas. Para mi, EL disco clásico de estos años.
EL BAILE ALEMÁN - Señor Coconut: No le recomiendo que se quede sólo con este engendro loquísimo de latin beats y clásicos de Kraftwerk. Entre por esta puerta y llegue a través de ella a todo el catálogo de Uwe Schmidt (aka Atom Heart), una leyenda de la electrónica que trabaja desde Chile.
LUCYBELL - Disco rojo: Le va a costar encontrarlo, pero este es el peak del rock chileno noventero. Cuesta creer que es casi de factura artesanal: trip-pop elegante y romántico para las masas, grandes performances y letras al hueso. Audio candy.
SCHNEIDER TM - Zoomer: Pop del siglo XXII. Folklore de laptop con guitarras de palo robóticas. Sólo ese himno post-posmoderno que es "Reality Check" vale el esfuerzo de seguir a este pequeño mago del blip-pop, fuertemente influenciado por el cookie-beat de Atom heart.
WARREN FITZSIMMONS- Until when we are ghosts / RAY LAMONTAGNE - Trouble: Ambos son discos debut. Ninguno es la perfección y eso es lo que los hace imprescindibles para entender el folk de última generación: Sólo tipos con una emoción, una intención, una guitarra acústica, pocos recursos y un gran talento para generar bálsamo espiritual sonoro.
CHICO TRUJILLO - Plato único bailable: Si tuviéramos que señalar con el dedo a los herederos de Sumo en el barrio, yo me quedó con este spin-off cumbiero de La Floripondio. Imprescindible: la versión trasnochada y jaranera de "Ahora quién", que hace a Marc Anthony quedar como monja.
SPARKLEHORSE - Chest full of hawks: Mark Linkous es el nuevo Neil Young. Folk adormecido hecho para almas en reconstrucción. Bipolar, sicodélico, aterciopelado, surrealista, rockero, íntimo, torcido. Esta compilación es muy difícil de encontrar. Pero vale la pena al 100%.
FOREST FOR THE TREES - Forest for the trees: Carl Stephenson escribió "Loser" con Beck. Luego de eso, y sin que su ahijado le diera ni las gracias, se abocó a hacer el disco que probablemente Lennon hubiera querido producir. Cintas viejas, voces empastilladas, samplings envejecidos, coros épicos, espiritualidad trip-hop. Una rareza que también hay que perseguir. (Huelga decir que inmediatamente después de lanzarlo, Stepehenson tuvo una crisis nerviosa que lo hizo terminar en una clínica siquiátrica. Nunca más se supo de él, al menos en lo musical).
Eso por el momento.
Luego me dedicaré a una buena lista de canciones.
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Molestaba el comentario. Dolía. Era tabú. Pero de vez en cuando se escuchaba. Y de boca de gente no célebre por su insensatez. Que el arte chileno se había achanchado. Que de la asertividad callejera de Los Prisioneros pasamos a las florituras crípticas de Los Tres. Que del cine guerrila pasamos al aspirante a blockbuster. Que de la prosa furiosa pasamos a la novelita light. Que de la pintura con sangre y la performance, pasamos al decorarte y el putanguerío.
De más.
Se nos retorcían las entrañas cuando nos decían que necesitábamos un Pinochet. Que llevábamos dentro al traicionero bigotón represor, como un programa con error. Como una tendencia, como una exigencia.
Lo más curioso de todo, es que tuvieron que volver los mismos de siempre al poder para que retornara el vértigo, el ardor en la lengua, la incontinencia pasional.
Bastó una chiquilla menuda con un recado sencillo al sistema imperante, para que el escenario volviera a tener el sentido que nunca debió perder. El de un gran gatillo para mentes y corazones.
Desde hoy, le pongo más ojo a la carrera de Camila Moreno, la primera valiente en la que seguro será una larga lista. Combatir contra un monstruo económico no es más fácil que resistir la bestialidad armada.
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Aquellos que tuvimos que bancar una adolescencia gris en los años de Pinochet, tenemos claro que el regreso de la derecha al poder no puede ser peor que eso. Imposible. Hoy, el aparato democrático y el empoderamiento ciudadano - el mismo que le dio la espalda a la Concertación y compró en efectivo todo el boicot de los medios derechistas contra la Concertación - no podría dejarnos indefensos ante la bestialidad viciosa, civil o militar.
Los ojos del mundo están sobre Chile. Soprendidos muchos. Con una cierta mueca irónica otros. Estudiándonos como ratones de laboratorio los más.
Es raro igual. Los deudos de Pinochet no tenían argumentos para volver. Si uno considera el colapso del capitalismo indiscriminado que hoy tiene a USA por el suelo, está claro que el manejo económico difícilmente será el fuerte del equipo de Piñera, cuyo liderazgo de Hacienda seguro parecerá más una glamorosa elección de reina de belleza que "real politics".
Saltémonos el tema de la cultura, por razones obvias. Sugiero quedarse con la imagen dantesca del grupo de artistas e intelectuales (sic) que almorzó con el presidente electo la semana pasada para formarse una opinión acabada. No olvide sumar al cuadro, el de-ahora-en-adelante-ubicuo semblante del Negro Piñera.
Tampoco está en esa épica carencia concertacionista de "brillo en los ojos" a la que alude Paulsen en su columna de hoy. O un extraño virus de bipolaridad, cuyo principal síntoma es la dislexia temporal, especialmente en conjugar palabras como "Venderemos", donde antes ponían "Venceremos".
Si hay razones para tener a la derecha de vuelta en el poder - tras 20 años de haberla desalojado a empujones de un palacio de gobierno saqueado hasta nivel de quincallería - habría que encontrarlas en la susceptibilidad del chileno a preferir la información rápida, sobre la información veraz. A tragarse el cuento del desencanto. A jurar que todos los males universales de la corrupción cayeron en Chile después de 1989. Y que antes, durante los años del oscurantismo, todo funcionaba sobre ruedas, nadie robaba, nadie birlaba, nadie en el aparatique prefería servirse que servir.
Eso derivó en el gran perdonazo. Fue un asunto de estado de ánimo. Tarea que el área comunicacional del comando de Sebastián Piñera hizo de manera notable, puntual, con cálculo y empatía. No importó todo lo que ya sabíamos y supimos del candidato de la derecha. Su incontinencia empresarial, su torcido sentido de la oportunidad, la obsecuencia con los civiles del pinochetismo.
Nada.
Se le perdonó todo. Porque la sensación ambiental fue que la Concertación tenía que salir, que terminar. Se necesitaba (¿?) la alternancia.
Oh, los dioses se enojan si no ofrecemos un sacrificio de vez en cuando.
Que lógica más difícil de tragar.
Esta elección, para la historia política, será recordada con el mismo interés con que hay que marcar el fin de la industria de la música como la conocíamos: Un día, nos despertamos y esto ya no era igual.
Si le va bien a Piñera, le va bien al país. Le va a bien a nuestros hijos, vivimos en paz, progresamos.
¿No es eso lo que todos queremos?.
Aunque para ello nos tengamos que bancar una sociedad que se empobrece (más aún) cultural e históricamente.
Pero que más da. Si hemos sido capaces, en un sagrado ejercicio democrático, de perdonarlo todo.
Que eso nos baste. ¿No?.
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Escucha el prímer capítulo
2012, EL ULTIMO PODCAST, el webshow de los contenidos.
Con..
- Micachu & The Shapes
- Louis Prima
- Lautaro Cantillana Teke en “Striptease”
- Claude Levi-Strauss
- Los 25 años de La Voz de los ‘80 (canciones inéditas)
además…
- La anarcumbia de Amandititita
- El disco nuevo de Melero
…y otros temas en random.
Con Julio Osses y Gonzalo Muñoz.
2012 | Podcaster
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Nada que hacer contra la miniaturización. Del PC al notebook, luego al netbook, para terminar en el iPod Touch. Del blog al Twitter.
Lo paradójico de todo, es que mientras se achica el gadget para WiFi, más atesoro el encuadernado de mis libros.
Y la música, que, cómo le leí a mi amiga Varinia, "es mi casa".
Para recuperar la fe en la crónica de medio formato, paso revista a lo que leo y lo que escucho, by now.
En el velador::
MISSING (Alberto Fuguet), MEDIAMORFOSIS (Roger Fidler), LAS ARMAS DE AYER (Max Marambio), ESLABONES PERDIDOS (John Reader), MUERTO HASTA EL ANOCHECER (Charlaine Harris), EL EMPAMPADO RIQUELME (Francisco Mouat), CIEN LIBROS CHILENOS (Alvaro Bisama), RÁPIDO ANTES DE LLORAR (Claudio Bertoni).
En el iPod:
MICACHU & THE SHAPES, LOUIS PRIMA, DANIEL MELERO ("X"), JERÓNIMO, AMANDITITITA, BERSARIN QUARTETT, ROXY MUSIC, THE CORAL, DEATH CAB FOR CUTIE ("Plans", "We have the facts and we're voting yes"), DENNIS WILSON, ELECTRONIC, FUN LOVIN' CRIMINALS, GALLETITA, EL GRAN SILENCIO, LO-FI-FNK, LES NUBIANS, OREN LAVIE, ZOE ... por nombrar lo recurrente.
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