25 de agosto de 2006

Matando la música.


Hace un buen tiempo que andaba masticando un post sobre los efectos nefastos que el abuso de las técnicas de compresión y loudness usados en la masterización "comercial" de álbumes, ha producido sobre la música que hemos oído en las últimas décadas.

Haciéndola corta, el hecho es que todo sonido registrado, tiene una dinámica física natural, que va desde el ruido más cercano al silencio absoluto , hasta el decibel más alto. Y todo lo que hay en medio. Como bien lo dice su nombre, la técnica de compresión consiste en "apretar" o "estrujar" ese sonido, de tal manera que todo sea más audible.

El hecho es que al comprimir la música, estamos alterando su conformación orgánica natural, y la transformamos en un sonido enhanced, que suena mas fuerte y definido. Pero no es el sonido original.

Este proceso se utiliza en toda la música grabada que conocemos hoy. Usualmente debería aplicarse en la fase de masterización (el corte final del disco), pero está claro que muchos ingenieros y productores comprimen todo: las baterías, las voces, las guitarras, el bajo, etc. En la música electrónica esto es prácticamente parte de los códigos del género. Y obviamente hay muchos músicos que acostumbraron su oído a la compresión, como una opción estética incluso (...sin ir más allá, el sonido minimal de Galletita se basa de una en la compresión, que es un elemento más del género).

Pero el sonido "pichicateado" se hace notorio al momento de pasar del estudio de grabación al disco compacto.

Todo esto apunta a que don Bob Dylan me quitó las palabras de la boca con ésta entrevista.

Dice que la calidad de las grabaciones modernas es una "atrocidad", que tienen "sonido encima por todas partes" y que no ha escuchado a nadie que haya hecho un disco que suene "decente" en los últimos 20 años.

Buen tema para pensar ¿no?.

Más info sobre el asunto del abuso de la compresión en el mastering de las grabaciones modernas aquí.

La cita del viejo Bob, aquí.

Más info sobre la manipulación del loudness y la batalla por sacar discos que suenen "más fuerte" aquí.