29 de octubre de 2007

Autismo, genio y farándula.


Deben ser miles las veces que me han preguntado si tengo algo que ver con Darío Oses.

Pues no.

El es con una s. Yo soy con dos.

Pero sí lo conozco, y si creo que tengo algún parentesco al menos metafísico con él.

Me hizo clases de guión en mis años de novato Audiovisual. Creo que fue el primer obsesivo recalcitrante por todo lo que tuviera que ver con Woody Allen que conocí en mi vida. Y eso ya es bastante para, al menos, tener un gran recuerdo del tipo. Cuando me lo he encontrado en la calle, o no me reconoce, o me habla como si yo estuviera vestido con disfraz de marciano. Pero it's ok for me anyway. El autismo del genio del que me habló alguna vez Fuguet. Lo hacía pelando con afán de fan a Mike Patton. Pero en el fondo también hablaba de él mismo, lógico. Siempre hablan de si mismos. Son artistas. Claro. Aunque hablen de física cuántica, en el fondo tratan de expresarse interiormente.

El hecho es que Darío Oses está lanzando un libro nuevo. Se llama "La teleserie eterna", y es una especie de novela hecha a partir de menudencias periodísticas, por lo que entiendo. Gran idea. Encuentro bonito también lo que dice Oses con respecto al alivio que significa en la vida de la gente el periodismo desechable.

A mi me parece una weá con patas que un periodista tenga que vivir de esta pega.
Mal.

Pero quién soy yo para juzgar la pega de alguien.

Peor sería que te pagaran para cubrirle las espaldas a pedófilos, traficantes y asesinos. Ups, perdón. ¿Alguien se sintió tocado?.