8 de septiembre de 2006

Radio Killed the TV Star


Soy un radiófilo consumado.
Es un vicio que llevo desde niño encima. Una adicción.

Soy capaz de escanear una y otra vez el dial, de ida y de vuelta, buscando algo que varía según el día, el clima y/o ,por supuesto, mi estado de ánimo.

Me gusta escuchar radio en la mañana antes de salir, cuando camino, cuando tomo una micro y cuando manejo. Me gusta escuchar radio cuando hay junta con los amigos y el día domingo cuando almuerzo con mi familia. Me gusta escuchar radio con mis hijos. Les muestro los hits prehistóricos ochenteros que le gustan al papá, y analizamos los nuevos éxitos de las radios juveniles.

Como tengo estómago, resistencia y pasión para todo, mi cóctel varía según la compañía.

Con mis hijos escucho la 40 Principales. Lejos la mejor radio para escuchar música de moda. Muy bien hecha, muy buena info. Una radio inteligente para un público ultramasivo y juvenil.

Con mi vieja escucho la Oasis (adoro la música pop de posguerra), la Imagina y la Bésame.

Cuando están los amigos, número fijo es la Zero y, obvio, la Concierto.

Cuando quiero escuchar ideas y noticias, la Bío Bío y el noticiero de la Cooperativa al mediodía.

Para escuchar música, soy un poco más quisquilloso.

La Concierto sigue teniendo un lugar importante en mis favoritas, especialmente ahora que una chica tan pro como Natalia Del Campo es su directora. Female power. Se nota el cambio. Es una radio igual de atinada, pero más cálida. Debo reconocer que no engancho mucho con sus espacios de conversación, pero eso es más bien problema mío.

Y no me asusta declarar que tengo una especie de infatuation con La Maquinita, el programa de las mañanas con Blanca Lewin. Buena música, buenos textos, buena info.
Y Blanca Lewin, of course.

Me gusta escuchar radio. Y especialmente ahora que, si me va, puedo renunciar a todo y quedarme con mi Pandora.com, o con cualquier radio de la BBC, o de MTV .

Me gusta el random. El no saber que viene.
El vértigo del single, por sobre el álbum.

Shao con la tele.
Viva la FM.
Redescubramos la AM.
Bajemos muchos podcasts.
Y subamos programas con vocación pirata.
Cómo éste.
Mi humilde lectura del medio.

(yeah)