20 de junio de 2006

El futuro de la música.

Si estás metido en la música de manera profesional, y no has sentido periódica y paulatinamente durante los últimos años breves ataques de angustia en torno al futuro de tu negocio...
¿Qué diablos tienes que ver entonces con el mundo de la música?.

El tema es serio. Peludo. El pedazo circular de acrílico que conocíamos como CD está tan desvalorizado en el mercado como la credibilidad de SQP o el acento argentino de Solabarrieta.

La pregunta que nos venimos haciendo hace mucho los freaks de la melomanía es:
¿Que vendemos, entonces, cuando vendemos música?.

Para mi, la respuesta es diáfana: música, pues.

Raya pa' la suma, la gran problemática entonces se reduce a una cosa de soporte físico, de concepto del mercado.

Los músicos tienen que desarrollar, por ende, nuevas y creativas maneras de hacer su producto tangible, porque el sentido de propiedad pública que el consumidor tiene hoy de su música es una ola de avance tecnológico de 5 metros, que la industria del entertainment ya no pudo y no podrá contener en cajas plásticas de 11 por 12 centímteros.

Poniéndonos positivos, no veo el caso de sufrir tanto.
Si convenimos en que lo hot de la música está pasando en los sellos chicos, alimentado por los estudios de grabación caseros, deberíamos fluir en el razonamiento de que todo buen entrepeneur SABE que CRISIS SON OPORTUNIDADES.

Aquí, por ejemplo, una gran idea: Música en pendrives (a.k.a memory sticks) .

Alice Wang es una diseñadora con raíces en Tokio y Londres. Y la idea que viene trabajando hace tiempo bajo el concepto de audio sticks, tiene mucho (demasiado) sentido.

What the hell is that?.

Básicamente, discos en pendrives de 70 mb.
Cómo especula la gente de CDM:
Música gratis con tu pendrive. Pendrive gratis con tu música.

O sea, más portátil, más archivable, más bonito, moderrrno, etc.

Y eso no es todo, porque ya se sabe que las ideas que vienen de esto son muchas.

¿Cómo estaría por ejemplo, un pendrive con reproductor? ¿Al estilo MuVo de Creative?

¿Y si le ponemos parlantes y cada músico diseñara su propio objeto sonoro?.

En fin.
Heaven is the limit.

Dicen que hace un tiempo, la etiqueta on-line Magnatune ya editó su catálogo en memory sticks de distinto tamaño. Y tampoco es menor el dato que en Japón el precio promedio de los CD's se ha elevado hasta los 30 dólares.

La cosa es, volviendo al origen, ponerle valor agregado a tu música para hacer un producto tangible deseable, en una época donde no necesitas más que un computador y una buena conección de banda ancha para acceder a todo tipo de música.

Future is waiting, kids.

Para mayor info sobre los nuevos medios de distribución recomiendo surfear aquí.

(Yeah).

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