12 de julio de 2006

Syd Barret (1946 -2006): Requiem para el diamante loco.






"Remember when you were young, you shone like the sun.

Shine on you crazy diamond.

Now there's a look in your eyes, like black holes in the sky.

Shine on you crazy diamond".


Cuando el precario estado mental de Syd Barret le impidió seguir en Pink Floyd, el descalabro fue total. Nadie pensó que el grupo pudiera sobrevivir a la partida de su compositor principal, y más que eso, el alma de la banda. Ni siquiera el management original del grupo pudo soportar la posibilidad de que el Floyd pudiera continuar sin Barret. Se pensaron muchas formas de continuar con la fórmula que tenía al guitarrista David Gilmour haciendo los shows en vivo, y a Barret inmóvil sobre el escenario, con los brazos a ambos costados de su guitarra, mirando un punto fijo en el fondo de la sala. Era 1968. Pink Floyd era la banda de rock alternativo más importante de Inglaterra, y máximos pioneros del rock psicodélico, famosos por su puesta en escena cargada de efectos de feedback, acidos paisajes sónicos y luces hipnóticas.
Barret lideró tres discos del grupo (incluyendo la banda sonora del documental Tonite Let's All Make Love in London, de 1968) pero eso bastó para convertirlo en un símbolo de los efectos del abuso del LSD por parte de una mente susceptible, en un mártir del estilo de vida rock sin límites.

Pink Floyd continuó con Roger Waters a la cabeza. Nunca volvieron a los discos del grupo el sentido del humor macabro, ni la aspereza sonora. Pero aún así, el futuro estaba trazado, y con The Dark Side of the Moon (1973), el Floyd terminó por consagrarse como la banda de rock más exitosa de la tierra, quedándose quince años en las listas de venta, con un álbum que además escribió al menos la mitad de hojas del manual de técnicas de grabación de discos de rock, con el ingeniero Alan Parsons a la cabeza, y los míticos estudios Abbey Road como escenario.

Pero contrario a lo que se piensa, Barret no se quedó inmediatamente catatónico y desesperado como el personaje que interpretó Bob Geldof en la versión cinematográfica del álbum The Wall.

Hubo tres discos antes de eso. Álbumes fracturados y extraños, claro. Pero discos de música cálida y artísticamente intransigente al fin.

Syd Barret murió hace varios días a los 60 años, producto de complicaciones de una diabetes crónica,
en la misma casa de Cambridge donde pasó los últimos 30 años fuera del ojo público.

¿Que habrá pensado cada vez que oía "Shine on your crazy diamond", emblema del épico disco homenaje que sus ex compañeros le dedicaron en 1975?.

O mejor...

¿Que sueño hipnótico lo conquistó para no querer volver a la realidad nunca más...?.

Propongo buscar algun tipo de respuesta en esto que es parte de su mejor disco solista (Barret, 1972),producido por David Gilmour y Rick Wright, de Pink Floyd.

Para entibiar este día de lluvia, les dejo "Baby Lemonade", de Syd Barret.


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