Valor de Redolés.

Roberto me llama al celular. Me cuenta que en LUN leyeron en este blog lo del tributo a Redolés y me andan buscando. "La quietud, beneficio extra del cambio periódico de número teléfonico", pienso. Me dice que le preguntan por qué YO ando armando este disco. Roberto dice haberle respondido que mi interés por rescatar la música de Redolés viene de hace mucho tiempo.

Una vez en casa, Ella (obvio, quién más) me hace la pregunta esencial:

¿Y no está un poquito sobrevalorado como para un disco tributo...?.

Yo respondo poniendo mi copia fresquita de Bello Barrio. Primero ataco al hueso con "Adivinanza: Lengua o Labio". Después bajo con "El Monstruo" de Quién Mato a Gaete. Explico como será la versión de Nicole, pelo la papa con las texturas del Mini Moog y remato con "Los Tangolpiando", como para no olvidar que esto no es pura sensibilidad. También es palabra fuerte, ironía y consciencia.

Para mi, Redolés es la poesía.

Es mi amigo Pablo lanzando de memoria "Fulgor y muerte de John Lennon" al micrófono de un ensayo de Santiago Rebelde.

Son los papeles recolectados y allegados en la casa de Cueto.

Es Bello Barrio, sin duda.

Es la poesía. Es la poesía. Es la poesía.

Es el rock en la poesía.

Es la poesía en el rock.

Es la vida como acto poético.

Es la responsabilidad política como acto poético.

Es el pop.

Es la poesía pop.

Es el comando que andaba rayando Edificios de mierda! cuando recién comenzó la Masacre de Yungay.

Es el vino, y el fume, y las guapas groupies adolescentes.

Es el acordeón, la Stratocaster, el guitarrón chileno y el atril con textos.

Es un proyecto nuevo por día.

Yo admiro mucho a Redolés.

Es lo más cerca de Parra, de Bertoni, de Eluard, de Dylan, de Lennon, que puedo estar.

Es la poesía.

Es la poesía.

Es inventar los recuerdos que nunca tuve de mi padre.

Es hacer algo útil, más allá del ego.

Es la poesía.

Es la poesía.

Es el rock.

Es el pop.

Es la poesía.

Es la poesía.

Es la poesía.



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